Rutas poco conocidas: España sin multitudes turísticas

por Alejandro Morales Ruiz

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6. Morella (Comunidad Valenciana): murallas y montaña
En el norte de Castellón se encuentra Morella, un pueblo amurallado que conserva su esencia medieval. Las calles empinadas, el castillo en lo alto y las panorámicas sobre el entorno lo convierten en un destino que sorprende. Es un excelente ejemplo de cómo la Comunidad Valenciana tiene mucho más que playas.

7. Valldemossa (Mallorca): una joya tranquila en la isla más visitada
Aunque Mallorca es uno de los destinos más turísticos del Mediterráneo, todavía hay rincones donde reina la calma. Valldemossa, entre montañas y campos de olivos, conserva su carácter mallorquín y un ambiente relajado. Sus calles empedradas, la cartuja y la historia del paso de Chopin hacen de este lugar un refugio de paz.

8. Mértola del Guadiana (Huelva): frontera entre dos mundos
En el límite con Portugal, esta zona del suroeste español ofrece un paisaje de colinas, ríos y aldeas casi olvidadas. Los pequeños pueblos a orillas del Guadiana conservan una mezcla cultural única. Es el lugar ideal para quienes buscan rutas en bicicleta, navegación fluvial o simplemente el encanto del campo andaluz.

9. Besalú (Cataluña): puente romano y esencia medieval
Besalú es un lugar que combina historia, arquitectura y tranquilidad. Situado en Girona, este pequeño pueblo destaca por su espectacular puente románico sobre el río Fluvià. A pesar de su belleza, sigue siendo un destino menos concurrido que otros pueblos catalanes más famosos.

10. Formentera en invierno: el Mediterráneo sin prisas
Mientras en verano la isla se llena de visitantes, durante los meses fríos Formentera ofrece una experiencia totalmente distinta. Las playas vacías, los atardeceres infinitos y el ritmo pausado permiten redescubrir la isla desde otra perspectiva. Ideal para quienes buscan calma y conexión con la naturaleza.

Conclusión: la otra España que merece ser descubierta
Viajar por España sin seguir las rutas turísticas tradicionales permite conocer un país más auténtico y diverso. Desde los pueblos medievales del norte hasta las aldeas escondidas del sur, cada rincón tiene una historia que contar y una identidad única. Lejos del bullicio, estos lugares ofrecen la posibilidad de reconectar con lo esencial: la naturaleza, la cultura y el ritmo tranquilo de la vida española.

España sin multitudes es una experiencia distinta, más profunda y cercana. Es una invitación a mirar más allá de los destinos de siempre y descubrir una belleza que se esconde en los detalles, en la hospitalidad de su gente y en los caminos menos transitados.

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